Hoy 26 de noviembre de 2024 tuve un sueño muy extraño pero interesante. El sueño arrancó en primera persona, no es tan común este tipo de sueños en mí porque suelo estar en ellos en una forma omnisciente, donde puedo estar viendo todos los sucesos del sueño desde arriba o algún lado sin que nadie sepa de mi existencia, ni siquiera me contaría como un ser orgánico, la sensación que tengo en esa forma es inmaterial y quizás la palabra “astral” aplique aquí. Luego están los otros sueños, donde puedo estar en primera persona, donde experimento todo de primera mano, dolor, susto, felicidad, etc. No solo emociones, sino sentir a través de mis sentidos físicos como tacto y la presión que hago sobre los objetos que toco.
Aparecí de repente en una feria de tecnología, fue como abrir los ojos y estar rodeado de gente en un lugar donde se encontraban varios productos tecnológicos en exhibición. Di unos pocos pasos y me he topado con un expositor al que le hablé en un mal inglés porque se me trabó la lengua, él de alguna forma supo que hablaba español (quizás por mi acento) por lo que me respondió en este idioma. Me invitó a probar una demo que tenía en su stand de exposición, que inicialmente era muy simple: una computadora portátil sobre una mesa. La computadora no era como las de Apple, delgadas y diseño afinado, esta era diferente porque era todo lo contrario: gruesa y rústica. Así como las computadoras todoterreno que usan los militares en las películas (seguramente de aquí mi mente inconsciente tomo la referencia).
Me acerqué a la computadora y observé su pantalla. Mostraba lo que parecía ser un edificio en 3 dimensiones, representado solo por sus aristas y terminaciones, sin detalles adicionales ni objetos cotidianos. El expositor intervino para mostrarme más y comenzó a navegar por el mundo tridimensional como si fuera un videojuego, usando un periférico externo. Luego tomó un objeto de la mesa junto al computador: una cajita negra rectangular del tamaño de dos palmas de mano. Me recordaba a esas cajas donde vienen las gafas de sol nuevas, aunque no creo que contuviera unas gafas. En realidad, su contenido no era lo importante, sino lo que el expositor estaba a punto de hacer con ella...
Tomó la cajita negra y la introdujo en la pantalla de la computadora. Fue algo extraordinario, pues jamás había visto un objeto físico atravesar una pantalla digital como si fuera un portal. El expositor metió toda su mano, traspasando la pantalla mientras manipulaba la caja dentro del mundo virtual. La caja quedó ubicada dentro del edificio que, aunque inicialmente parecía ser solo un modelo tridimensional, resultó ser una representación de un edificio físico real que podía explorarse a través de la pantalla.
En este punto, el expositor retiró su mano de la pantalla, dejando la cajita negra del otro lado. La caja había quedado físicamente ubicada en alguna parte del edificio real.
Era mi turno. El expositor me invitó a buscar la caja por mí mismo, introduciendo la mano a través de la pantalla. Sentía cierto temor al intentarlo, consciente de estar probando una tecnología experimental. Me armé de valor y toqué la pantalla suavemente, sin ejercer presión—se sentía como cualquier pantalla normal. El expositor me animó a intentarlo nuevamente, esta vez presionando con más fuerza.
Esta vez, al ejercer más presión, la sensación fue diferente: una fuerte corriente eléctrica y presión en la punta de mis dedos (lo único que había logrado traspasar hasta ese momento). Sentía un leve dolor que bordeaba el umbral de lo tolerable—pensé que si aumentaba tan solo un poco más, se volvería insoportable. Me movía muy lentamente, considerando que era la velocidad más segura para probar esta tecnología. Finalmente, logré introducir toda la mano y desplazarme a través del espacio mostrado en la pantalla. El dolor pasó a segundo plano; mi mente lo procesaba inconscientemente mientras me concentraba en los movimientos de mi mano al otro lado de la pantalla. Después de unos minutos, encontré la caja, la agarré y la saqué de la pantalla.
Aquí el sueño termina.
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